Nuevamente Disney logra apuntarse otro remake exitoso de películas animadas pero con actores vivos. Esta vez le tocó a Beauty and the Beast en la que logra invocar emociones tal como lo logró la animada del 1991. Las recreaciones de las clásicas canciones quedaron espectaculares al igual que algunas nuevas que se incluyeron. Esta nueva versión también cuenta con algunas escenas adicionales a lo ofrecida en la animada para ofrecer un poco más de explicación a algunos personajes y a la historia.
De hecho, la trama continúa siendo la misma a la animada del 1991, Un principe y su castillo con su personal que fue hechizado por arrogancias de este. El principe ahora convertido en una bestia, debe lograr que alguien se enamore de el para deshacer el hechizo antes de que sea permanente su condición. Su esperanza yace en Belle, la cuál es una joven muy diferente y valiente.
El reparto logra convencer eficazmente en sus correspondientes personajes. Quizás la pequeña excepción en ocasiones es la propia Emma Watson (Colonia, Harry Potter) como Belle quién en ocasiones, se le aprecia actuando por actuar sin muchas emociones y hasta se le percibe de vez en vez hasta obligada. Hasta ni parece sorprenderse mucho del castillo encantado posiblemente ya cansada de ver brujerías por su personaje de Hermione Granger en Harry Potter. Pese a esto, por alguna extraña razón, esto logra funcionar con su personaje que no sea exactamente la típica princesa que se soluciona todo con un beso (aunque fue casi así).
La Bestia interpretada por Dan Stevens (The Guest, The Cobbler) logra impartirle muchos gestos a la bestia que lo humaniza bastante. Mientras que en ocasiones la Bestia lucía increíble en algunas escenas, en otras se apreciaba bastante computarizado pero, al tratarse de una historia encantada, logra fluir sin mucho problemas este defecto. Originalmente cuando habían anunciado que Luke Evans (Fast & Furious 6, The Hobbit, Dracula Untold) haría de Gastón, no me entusiasmó sin embargo, hay que reconocer que realizó un excelente y convincente trabajo. Logra el que tenga su gracia y personalidad, sea divertido, absurdo y a la misma vez odioso. Josh Gad (Frozen) como LeFou el fiel compañero de Gastón, que se creó tanta controversia por que se da entender en una escena que es homosexual, es tan insignificante en la manera que es presentado esto, que no entendí como no se formó problemas con Bugs Bunny o Who Framed Roger Rabbit entre otras que en ocasiones realizaban cosas más chocantes de lo que se muestra en Beauty and the Beast. La canción cantada en la barra de Nadie es como Gastón por Josh y Evans quedó fenomenal y contagiosa tal como la animada.
Les quedaron excelentes a Ewan McGregor (Star Wars: Episode III – Revenge of the Sith, Jane Got a Gun, Haywire, Big Fish) como Lumière y a Ian McKellen (The Hobbit, X-Men, The Lord of the Rings) como Cogsworth quienes logran casi unas fieles interpretaciones a la versión animada. Nuevamente, lucen bastante computarizados en muchas ocasiones pero, lo dejas pasar como que es parte de lo hechizado que luzca medio a los efectos especiales de Harry Potter. Emma Thompson (Nanny McPhee, Sense and Sensibility, Love Actually) logra también una convincente interpretación como Mrs. Potts. El personaje del padre de Belle, Maurice, interpretado magistralmente por Kevin Kline (A Fish Called Wanda, Cry Freedom, No Strings Attached, Wild Wild West) está mejor desarrollado que la versión animada teniendo más profundidad su personaje. El director Bill Condon (The Twilight Saga: Breaking Dawn Part I & II, Dreamgirls) logra captar muchos de los momentos icónicos de la animada y resulta ser una interesante versión pero, no supera la animada del 1991.
Al menos esta nueva versión de Beauty and the Beast si logra superar levemente a Cinderella 2015 y definitivamente supera por mucho a Maleficent. Aunque Beauty and the Beast tiene sus imperfecciones como el valor de producción del vestuario, que tal vez no era exactamente de alta calidad y a nivel de contexto histórico para la época de como eran la sociedad en ese entonces, no resulta fidedignamente creíble. Prácticamente todo el reparto es británico a pesar de que se supone que la historia trata de en Francia. Verla como una obra de broadway resulta un poco más cómoda de apreciar para omitir lo anterior mencionado. Resulta entretenida mágica y verla en 3D es una experiencia totalmente encantada en el que le brinda profundidad a muchas de las escenas, en otras logrando hacerte parte de estas y divertidos acercamientos. El filme tiene una duración de 2 horas y 9 minutos con clasificación PG. Le brindo a Beauty and the Beast 7.7 de 10 estrellas.